sábado, 6 de febrero de 2016

INVITAMOS A LEER A HEIDEGGER - HUMANISMO

Estimad@s colegas,

Buen día.

En esta oportunidad, compartimos con Uds., una de las obras de Martin Heidegger (wiki). La Carta sobre el humanismo tiene su origen en una carta dirigida a Jean Beaufret (París) en el año 1946. Revisada y aumentada para su edición, fue publicada por primera vez en 1947 por la editorial Francke (Berna 1947) en forma de apéndice a la obra Platons Lehre von der Wahrheit. Actualmente la obra, con el título Brief über den Humanismus, forma parte del volumen noveno (Wegmarken, ed. F.-W. von Herrmann, Vittorio Klostermann, Frankfurt am Main 1976, pp. 313-364) de la edición de las obras completas de Heidegger (Heidegger Gesamtausgabe). (*)



(Traducción publicada por la Facultad de Filosofía de San Dámaso, Seminario de profesores de filosofía: Las cuestiones metafísica, antropológica y ética en el existencialismo de J.-P. Sartre y M. Heidegger).

Analisis de la Carta sobre el Humanismo de Heidegger 
Ese texto es su primera publicación después de 1945. Mientras estaba escribiendo la carta a Beaufret, Heidegger se tuvo que enfrentar con una comisión de purificación de la Universidad de Freiburg por su participación en la NSDAP, terminando en su jubilación forzada y la prohibición de enseñar. Por su entrenamiento con el fascismo alemán la opinión pública se virtió contra él después del fin de la guerra. La carta, publicada dos años después, recibió resonancia fuerte y significó su ritorno al espectáculo filosófico. Antes Beaufret se había puesto en contacto con Heidegger y le puso tres preguntas: Primero, cómo se podría dar un sentido otra vez a la palabra “humanismo” , segundo, cómo fue la relación entre ontologia y ética, y tercero, cuál fue el papel de la “adventura” en la filosofía. 
La carta, escrita a un francés, ha influido gravemente la recepción francesa de Heidegger. Está determinada por un pensamiento central de Heidegger sobre la esencia de la verdad. Después de su cambio de pensar, su concepto de verdad ha cambiado esencialmente frente a su filosofía temprana en “Ser y Tiempo”. Ahora piensa la verdad como lo no-escondido, lo no-oculto (aletheia), que se efectua a partir del ser mismo. La verdad ya no es, pues, algo que el hombre puede producir a partir del uso de categorías o seguiendo un cierto métdodo. El ser mismo se cubre y descubre al mismo tiempo en la aletheia, así que el ser se descubre del ente y muestra lo que es desde una cierta perspectiva, pero se esconde al mismo tiempo el proceso del descubrimiento, o sea que no se vuelve problemático para el hombre porque él sólo está con lo descubierto. Este proceso de esconder y descubrirse del ser en el acontecimiento, lo llama Heidegger la verdad del ser.
Heidegger piensa ahora el ser humano en una relación histórica con este proceso: El ser se esconde y descubre en varias épocas histricas y abre así un mundo como totalidad que tiene un sentido, como se habla coloquialmente del “mundo de los griegos clásicos” o del “mundo de la campesina”. En la historia de la filosofía, estos procesos tienen lugar en la metafísica. Así el mundo abierto por el ser puede ser, por ejemplo, un mundo creado por Dios, o, según Kant, un mundo compuesto por el sujeto transcendental. Debido a que Heidegger mismo rechaza la concepción de un sujeto, los filósofos no descubren los grandes conceptos metafísicos, sino sólo se adaptan a lo acontecido desde el ser. La verdad del ser, pues, da el fundamento de las determinaciones metafísicas del ser en el ente.
Pero porque la metafísica sólo determina el ser del ente, no puede traer a la luz esta relación fundamental; olvida que para cualquier determinación del ente este tiene que haber llegado a la aletheia primero. Por eso la metafísica es para Heidegger olvidando el ser. Eso no pasa por falacias humanas, sino porque el ser, cuando se muestra, muestra así que el proceso de descubrimiento mismo queda escondido. Con otras palabras: El ser humano ya está siempre con lo ente, sin que fuese un problema para el por qué es. 
Para Heidegger, este olvido del ser es esencial para todo el pensamiento occidental en forma de la metafísica. La historia de la metafisica, que está determinada por el fundamento de la verdad del ser que nunca se ha vuelto explícito Heidegger llama “historia del ser”. Está marcada por varias épocas en cuales la metafísica ha preguntado por el ser del ente y ha elegido el ser como el ente más alto y divino. En contraste Heidegger intenta pensar el ser a partir del acontecimiento. El ser ahora no debe ser imaginado de manera objetivada, sino experienciado como si mismo antes de cualquier interpretación (...). (*)

En la próxima invitación Ser y Tiempo.

Espero sea de vuestro agrado.
Un gran abrazo.

Damián R. Pizarro


Imágenes tomadas en el Pukará de Tilcara, Tilcara, Jujuy.
Enero 2016



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