viernes, 29 de marzo de 2013

ESTUDIANDO SOBRE LA LECTURA...

En el tránsito de la lectura(1), estudio y asimilación de nuevos conceptos, me sirvo en compartir algo que creo que denota la claridad al momento de explicar un concepto a través de un ejemplo cotidiano. Lo que decía Milton Friedman en un clásico artículo en 1953 ("The case for flexible exchange rates" en Essays in Positive Economics) es:

"La defensa de los tipos de cambio flexibles es, por curioso que parezca, casi idéntica a la del cambio de hora en verano. ¿No resulta absurdo cambiar el reloj en verano cuando se podría conseguir exactamente lo mismo si cada persona cambiase sus costumbres? Lo único que se precisa es que cada persona decida llegar a la oficina una hora antes, comer una hora antes, etc. Pero, obviamente, es mucho más sencillo cambiar el reloj que guía a todas estas personas, en lugar de pretender que cada individuo por separado cambie sus costumbres de reacción ante el reloj, por más que todos quieran hacerlo. La situación es exactamente igual a la del mercado de divisas. Es mucho más simple permitir que un precio cambie -el precio de una divisa extranjera- que confiar en que se modifique una multitud de precios que constituyen, todos juntos, la estructura interna del precio.".


Con el respeto que se merece el citado, agrego una pequeña reflexión.

Como trabajadores en relación de dependencia, ¿podemos admitir una reducción de nuestro salario? Que nos paguen menos por la misma tarea. Pero, ¿aceptamos que el dinero que nos pagan tenga menor valor real al momento de querer admitir bienes o servicios?



(1) Krugman, Paul, ¡Acabemos con esta crisis!, Ed. Crítica, 2012.

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