Estimad@s colegas,
Buen día.
Hoy queríamos dar unas líneas por una gran deuda nacional y mundial que tiene nuestro país... una que es deuda interna y externa también.
A M I A
Se cumplieron 21 años del atentado que se llevó tantas almas en su explosión, como así los que perecieron después a causa de traumas, cuestiones políticas, etc.
El Código Civil de Vélez Sarsfield rezaba que una persona era adulta a los 21 años, o sea, que entraba en una etapa de estabilidad relativa y de vigor físico. En cambio, respecto a la causa AMIA no cuenta ni con vigor ni con estabilidad positiva.
Ya es una causa que ha dejado la infancia y adolescencia, pero en lugar de alcanzar su completo desarrollo, ha llegado a su punto máximo de inacción y sin punto de referencia para lograr o alcanzar lo que reconocemos como justicia.
Los intentos por dar con los culpables, para que estos sean puestos a disposición de la justicia han resultado infructuosos... Ello no podría ser sino con complicidad gubernamental interna.
Permitir un atentado, mostrarse inactivo ante él y no aportar voluntad para alcanzar el derecho humano a la justicia... los convierte en tan culpables como los que causaron tal daño.
Se reclama 21 AÑOS después por la verdad... sólo puede perdurar tanto tiempo un velo de injusticia y desprecio si se actúa con total desinterés por las víctimas y sus familias.
Esta situación logró perdurar gracias a la voluntad política que brilló, y brilla, por su total ausencia.
A ningún político le importó AMIA, ni sus víctimas, sólo usaron la causa para postularse, para mostrarse junto al pueblo y sus dolores.
Saludos cordiales,
Damián R. Pizarro
Damián R. Pizarro
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