¡Buenas tardes!
Como todos los miércoles, mi cabeza queda viciada por la clase dictada el día anterior, por el debate, por los aportes, por las semillas, por la exposición un tanto crítica vertida...
Así, me puse a pensar en una frase que se le reconoce a Juan Domingo Perón, "La única verdad es la realidad", una frase tan repetible y clásica, como elíptica y "viciable".
En realidad, esa frase se le atribuye al gran Aristóteles, en 300 A.C., y fue Perón quien la utilizó en el orden interno Argentino para responder a críticas contra su modelo de país. Lo cierto es que sea del General Perón o no, debemos entender (y hace más de 50 años también) que ya no hay nada nuevo bajo el sol (Eclesiastes 1:9).
Mi intención no es centrarme en discursos presidenciales de nuestra historia (ya que existen trabajos de adecuada profundidad y por demás importantes), sino compartirles algo que se encontraba en mi mente y que gracias a un comentario como "gracias por dejar prendida la chispa de la visión crítica", fue un catalizador, un disyuntor para este comentario.
Pocas veces nos disponemos a comprar o pedir algo desconocido, o buscamos algo que no sabemos definir, describir o al menos contar una experiencia.
Resulta que podemos describir la realidad sin entrar en la duda de Descartes, pero parece que pocos (o nadie) puede decirnos que es aquello a lo que todos aspiramos, lo que todos deseamos, eso que anhelamos por no tenerlo o por no saberlo, la Justicia.
Me sirvo de citar a Kelsen, en cuya obra se dedica a tratar de definir, decir y explicar lo que es (Kelsen, Hans, ¿Qué es la Justicia?, Editorial Leviatán, Buenos Aires, 1981).
Corresponde entender que para comprender aún un concepto tan amplio, perpetuo y "subjetivable", no puede hablarse en términos de algo absoluto:
"... Si hay algo que puede aprenderse de la experiencia espiritual del pasado es que la razón humana puede concebir sólo valores relativos, en otras palabras, que el juicio con que juzgamos algo justo no puede osar jamás excluir la posibilidad de un juicio de valor opuesto. La justicia absoluta configura una perfección suprema irracional. Desde la perspectiva del conocimiento racional sólo existen intereses humanos y, por consiguiente, conflictos de intereses." (Kelsen, H, ¿Qué es la Justicia?, p. 109).
Y continuando, en un acto de consciencia y de respeto al lector, Kelsen entendió que correspondía relativizar la cuestión diciendo:
"... En rigor, yo no se si puedo decir que es la justicia, la justicia absoluta, ese hermoso sueño de la humanidad. Debo conformarme con la justicia relativa: tan solo puedo decir que es para mi la justicia. Puesto que la ciencia es mi profesión, y por lo tanto, lo más importante de mi vida, la justicia es para mí aquello bajo cuya protección puede florecer la ciencia y, junto con la ciencia, la verdad y la necesidad. Es la justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia." (Kelsen, H, ¿Qué es la Justicia?, p. 120).
Por último, con la compañía de Kelsen, me sirvo de mencionar uno de los medios por los que considero se busca la justicia, en tanto no sólo no se logra sino además instala, sostiene e intensifica la idea del "Estado Vengador":
"... La represalia, en tanto significa pagar con la misma moneda, es una de las muchas formas bajo las que se presenta el principio de igualdad, que también ha sido considerado como esencia de la justicia." (Kelsen, H, ¿Qué es la Justicia?, p. 77).
Me sirvo en hacer esta "cavilación" a los fines de llamar a esa bella mujer de ojos vendados, cuya existencia suponemos, su presencia requerimos; pero que a mi entender, su vendaje no representa su virtud sino en cambio, un rasgo de nuestra incapacidad.
Mientras sigo pensando.
Un cordial saludo,
Damián R. Pizarro
Acto de cierre del Curso para Doctorado Intensivo, junto a Fernanda y Felipe Lage
17 de Enero de 2014, Salón Rojo de la Facultad de Derecho, UBA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Escribe tu comentario aquí...
Toda opinión genera otra, y así una red de comentarios puros...