Aprovecho esta ocasión para comentarles algo que sucedió hace instantes.
Un amigo cercano me envió una nota periodística que refería a cambios en la Procuración General de la Nación, y ciertos comentarios sobre los grupos de medios y el Estado Nacional.
La nota la leí, la entendí, y comprendí el mensaje. Pero en este caso, lo que generó no fue un pensamiento A FAVOR ó EN CONTRA... Sino que, brotó de mí la siguiente respuesta:
Querido XXXXX, como estas?
He recibido lo que me mandaste, y lo he leído atentamente.
Ello me lleva a varios pensamientos, entre los cuales puedo
comentarte que el fuego cruzado entre los dos monopolios, el del Estado y el de
los medios me está colmando bastante; a tal punto que ya ni participo en el
debate y mantengo una postura lo más agnóstica posible. Justamente en Mendoza,
el último fin de semana, participé de disertaciones donde hablé del tema
“Democratización de la Justicia”, e hice una especie de justificación híbrida
que me hacía pensar en K o menos K. Pero lamentablemente, no estoy listo ni a
gusto con esta polarización. Creo también, que poco puedo hacer en este tema, y
mucho debo hacer en otras cuestiones como mi familia y amigos.
Mi tarea de generar dudas, catalizadores de pensamiento, y demás
“trampolines teóricos”, y lograr que los alumnos puedan resolver por sus medios
el puzzle de la vida, eso es lo que me llena y me colma de gracia.
Sinceramente, creo que no es uno mejor que el otro, sino uno
peor que el otro. Un bando o el otro, una polarización que hace 40 años nos
enseñó que sólo traerían muerte, caos, retroceso y guerras internas… hoy,
nuestros abuelos se horrorizan de lo que ven, como una especie de raconto que
tiene por fin intensificar la cantidad de ataques de pánicos y caídos
políticos.
No creo que esto sea en pro de la paz que tengo por fin
alcanzar, no creo que meditar unas horas al día pero llenarme de esta “basura
política” el resto de la jornada, me haga sentir mejor.
Amo llegar a mi casa por la noche y saber que contribuí en algo,
o a alguien.
Esa función, la de debatir y pelearse en la arena del “peorísmo”
sin sentido y acéfalo de toda razón y justicia, se la dejo a otros.
Perdón, pero es algo que vengo pensando y TAMBIEN creo necesario
decirlo.
Por eso, no me creo capacitado para responder a la nota
periodística enviada, no estoy a la altura.
Obviamente, no es una respuesta a tu persona, sino al tema
planteado.
Espero me entiendas, un abrazo, y buena jornada.
Damián R. Pizarro
Que haya subido esta reflexión es sólo a los fines de generar comentarios, y no de lograr repeticiones.
Como siempre, les envío un abrazo cordial.
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