LA
ESTRUCTURA ACADÉMICA ARGENTINA
Análisis
desde la perspectiva del Derecho a la Educación
Guillermo
Ruíz (Coordinador)
Presentación: Obra de 240 páginas y encuadernación rústica.
Edición:
2012.
Idioma:
Castellano.
Editorial:
Eudeba.
Colección:
TEMAS / EDUCACION.
Voces/Tags/Keys: SISTEMA EDUCATIVO · ORGANIZACION DE LA EDUCACION · DERECHO A LA
EDUCACION · HISTORIA DE LA EDUCACION · POLITICA EDUCATIVA.
Introducción.
La reseña bibliográfica que confeccionaré trata sobre la obra coordinada
por el Profesor titular del Profesorado en Ciencias Jurídicas de nuestra
Facultad de Derecho, Dr. Guillermo Ruiz, “La estructura académica argentina. Análisis
desde la perspectiva del Derecho a la Educación”, editada por EUDEBA, en el año
2012 (ISBN: 978-950-23-1955-1).
El libro mencionado no se sustancia en meras opiniones, citas o
descripciones de tiempo y espacio de momentos de nuestra rica, discutida y
politizada vida educativa, sino también desarrolla interesantes líneas de
investigación de los sistemas escolares, un estudio histórico de la estructura
académica y desarrolla en cada caso los resultados de los vaivenes, desde la
órbita práctica y normativa de cada caso.
Una interesante invitación hace su coordinador y coautores para
transitar las aguas de nuestro Sistema Educativo con, cierta y experimentada,
mirada interdisciplinaria.
Si bien se trata de una obra colectiva, estamos en presencia de un
coordinador entendido en la materia, ya que podemos decir que Guillermo Ruíz
que es Doctor en Educación (UBA-ARG); Master of Arts in Education (UCLA–USA);
Licenciado y Profesor en Ciencias de la Educación (UBA), además se desempeña
como Profesor Titular Regular de las cátedras de “Teorías de la Educación y
Sistema Educativo Argentino” de la Facultad de Psicología y de “Teoría y
Política Educacional” de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos
Aires, es también Investigador del CONICET, director del proyecto de
investigación UBACyT: “Complejidad y segmentación de la estructura académica
del sistema educativo: las reformas en la educación obligatoria y en la
formación de docentes”, y puede encontrárselo en la sala de profesores, en los
pasillos y aulas de la Facultad de Derecho dictando sus clases y conversando
con sus alumnos.
El Sistema Educativo.
Como puede verse durante la cursada de Pedagogía con el profesor Ricardo
Schmidt, hay una carencia de algunas investigaciones profundas sobre la
escuela, más aún en la secundaria, y su función esencial en la producción de
conocimientos, reproducción de valores y conformación general de las personas.
Este libro invita al lector a entrometerse en los vericuetos de la
historia del sistema educativo argentino, y sustentar una cierta mirada crítica
sobre sus efectos sociales e institucionales.
Tal como lo destaca la obra, se plantea la necesidad de profundizar el
estudio y utilización de la sistematización, ya que se expresa que es algo en
lo que no se trabaja en nuestras ciencias de la educación, por ello lo
importante de encontrar una obra que lo aborda desde el punto de vista de la
política educacional, de las ciencias o de la misma historia de los sistemas
educativos; no existen precedentes de este objeto de estudio. Los estudios
realizados sobre los mismos se fundaban en cuestiones que hacían más a la
historia de las leyes y las instituciones educativas.
Desde cierta mirada de “ordem e progresso”, se plantea la conservación
de otros trabajos realizados y receptados por nuestros educadores, que el libro
allí menciona (Archer, 1977; Ringer, 1979; Green, 1990; Mueller, Ringer y
Simon, 1992 y más recientemente Wiborg, 2009), así como la renovación de ese
orden, con nuevas alternativas de autores y bibliografías.
Como puede leerse en la obra, se define al sistema educativo nacional
como “…un conjunto de instituciones de educación formal a escala nacional,
inter relacionadas entre sí y bajo el control y supervisión gubernamental…”,
sirviéndose también de los conceptos vertidos por Paviglianiti para conformar la
estructura académica.
Tanto como puede verse en las citas doctrinarias y normativas mencionadas,
leyes nacionales y en la misma Constitución Nacional y sus principios, como
también en la bibliografía, la obra intenta abarcar la materia haciendo un
corte transversal de aquellas cuestiones relevantes para el estudiante de
Carrera, docentes y profesores universitarios, investigadores y estudiosos.
Tanto las nociones mencionadas como categorías históricas como aquellas
que hacen a la dimensión política y teórica de la educación, son tratadas y
abarcadas por los autores, desde su definición más de lato sensu hasta su
real concepción práctica, como por ejemplo el concepto de curriculum,
que también es abarcado por la mencionada noción sistemática y desde la
estructura académica, con análisis globales y partiendo de ello como una
prescripción estatal.
Desarrollo.
El libro en tratamiento es una obra colectiva que cuenta con un
análisis pormenorizado de los institutos educativos que han trasuntado nuestra
historia, y ello no puede hacerse sino a través de un estudio y desarrollo
organizado y sistematizado de cuestiones cronológicas, doctrinarias y también
conceptuales. La suma de ello hace que el modo en que se trata cada cuestión
sea de extrema precisión, en su trato y descripción teórico-histórico-conceptual
del sistema educativo argentino. Quizás este aspecto multidisciplinario del
tratamiento de la obra, es el que logra atraer a lectores abogados y
profesores, sin entrar en la discusión acerca de si deben, pueden o merecen ser
docentes, y permite acercar aún más sus profesiones. Es mi caso.
No sólo para comprender y profundizar el estudio de nuestra
estructura académica, sino también para hacer un análisis historicista de
nuestra actualidad educativa, la obra se propone el estudio de las ciencias de
la educación.
La misma se halla dividida en objetos de estudio distintos, y
los autores designados en cada caso afrontan el tema de trabajo de
investigación.
El libro, cuenta con un prólogo escrito por Martha Rodríguez, del
programa de investigaciones en Historiografía Argentina de la Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, y luego una presentación
escrita por el mismo Guillermo Ruiz donde se menciona la génesis de un
documento de la cátedra Teorías de la Educación y Sistema Educativo Argentino,
la constitución de proyectos de investigación en el marco de las programaciones
científicas UBACyT 2006-2009 y 2010-2012,
y cómo derivó ello en la continuidad de esos trabajos y la confección de
esta obra que se reseña.
Ya adentrándonos en el cuerpo de la obra, hallamos el Capítulo 1. La
Institucionalización de la educación en sistemas escolares: su estructura
académica, en el cual Guillermo Ruiz desarrolla el estudio de los sistemas
educativos modernos y de aquellos conceptos que devienen del contexto de
organización de los estados nacionales durante el siglo XIX. Se analiza
históricamente los sistemas nacionales de educación, la gradación de las
estructuras educativas y sus elementos esenciales, sus ciclos y etapas,
diplomas y títulos, y cómo la educación debió responder a diversas
funcionalidades y demandas populares “…por la celeridad del proceso en el
largo plazo histórico y por la efectividad de la acción que conllevó enviar
compulsivamente a la población infantil y adolescente a las instituciones
ubicadas a lo largo de la estructura académica graduada y organizada sobre la
base de un currículum unificado y diferenciado…” (págs. 13/4). Se pueden
identificar en dicho trabajo, aquellos aspectos convergentes desde una
perspectiva histórica comparada:
-
La responsabilidad pública, como contralor estatal
nacional.
-
La obligación del Estado para proveer educación se
plasmó en las bases constitucionales nacionales.
-
Obligatoriedad de cierto rango de estudios
escolares.
-
La ampliación del rango que se menciona en el punto
anterior.
-
La certificación de los saberes de los diferentes
niveles educativos.
-
La organización del currículum y las evaluaciones
formales.
-
La preparación y certificación de los docentes como
el personal indicado y habilitado por la autoridad estatal para llevar adelante
la instrucción formal y normalizadora.
En el segundo capítulo, a cargo de Guillermo Ruiz y Karina Marzoa, se
desarrolla la “Conformación histórica de la estructura académica del sistema
educativo en el marco de la organización del Estado Nacional”; en dicho
capítulo los autores trabajan junto a un análisis político y normativo de
aquellas políticas educativas originales que conforman el sistema escolar
argentino. Como mencionamos en la presentación de esta reseña, los autores
delinean la importancia de la educación a la luz de las bases constitucionales
y legales fundamentales.
Como se verá, en los próximos capítulos, los autores desarrollan los
tres niveles de nuestro ordenamiento educativo desde fines del siglo XIX, no sólo
desde el punto de vista normativo nacional sino también en cuanto a
reglamentaciones locales y diferentes accionares gubernamentales.
El primer caso, en el “Capítulo 3. La organización de la educación
primaria argentina. El devenir hacia la consolidación de una tendencia a la
unidad”, las profesoras Karina Marzoa y María Laura Mauceri desarrollan su
trabajo partiendo de la función central de la educación como una política de
Estado y más propiamente el Estado Nacional, activo, paternalista y normalizador,
dejando de lado la prescripción constitucional y avanzando sobre competencias
de las provincias. Así se ubica a la educación primaria en la agenda
política-educativa nacional, partiendo de ideas unitarias y centralistas,
normalizadoras y uniformes; vale así la mención de la Constitución Nacional de
1826 que establecía que era el Congreso quien debía dictar los planes uniformes
de instrucción pública. Cabe notar también que las autoras utilizan cuadros
comparativos para explicar la evolución de la educación primaria.
En el capítulo siguiente, “La
organización de la educación secundaria, normal y especial en Argentina”,
la profesora Susana Schoo, partiendo del análisis de las diferentes opciones
curriculares y académicas a lo largo de la vida de la enseñanza media en el
sistema educativo argentino, da a conocer lo complejo e intrincado de su
desarrollo histórico progresivo. Allí puede notarse la importancia que posee
para los gobiernos la formación de las jóvenes generaciones e incipientes
participantes en la vida política y económica de la Nación. Como indica la
autora: “La educación secundaria fue
sinónimo de aquella formación humanística, 'para la vida' y/o 'preparatoria'
para seguir estudios superiores, y la enseñanza normal vinculada con la
formación primaria, la 'educación especial' fue entendida como toda instrucción
por fuera de la enseñanza secundaria y normal, aglomerando así un conjunto de
instituciones y tipos de formación diversos: comercial, industrial, educación
de niños sordos y ciegos, entre otros.” (pág. 92). Así, como se mencionó,
el capítulo aborda los orígenes y el desarrollo de las ofertas educativas, y se
plantea, contando con gráficas comparativas, bajo tres ejes temáticos: 1. La organización de la educación
secundaria; 2. La escuela normal: la formación ciudadana a través de la
señorita maestra; 3. La enseñanza especial: la escuela comercial y la enseñanza
técnica. En sus palabras finales y como síntesis puede sustraerse que “…la evolución en la cobertura de estos
estudios muestra una histórica centralidad del Estado nacional en la oferta y
la concentración de la matrícula en sus escuelas.” (pág. 136).
Por último en este grupo de capítulos que nuclean los tres niveles
educativos, en el “Capítulo 5. La organización histórica del nivel
universitario según sus bases constitucionales y legales”, a cargo de los
profesores Gonzalo Álvarez y Guillermo Ruiz, se trabaja el sobre la educación
universitaria cuya génesis y desarrollo se diferencia notablemente de los
niveles anteriores. Los autores, para referirse a la cuestión universitaria,
parten de las bases constituciones de la educación, sin detenerse en aquellas
discusiones y debates políticos y pedagógicos; se adentran en aquellas
atribuciones que la Constitución Nacional le da al Congreso de la Nación y sus
cámaras. Para ello, trabajan sobre las disposiciones constitucionales que
versan sobre la educación y el sistema educativo, y las distintas políticas que
organizaron la estructura académica. A saber: 1. La educación en la Constitución Nacional; 2. Principios
constitucionales de la educación superior; 3. La organización universitaria
analizada en la función de la legislación original.
En el capítulo sexto, Claudia Muiños, María Consuelo Ruiz, Susana Schoo
y Guillermo Ruiz, abordan el título “Redefiniciones
académicas e institucionales del sistema educativo durante el primer peronismo:
continuidades y componentes innovadores”, y desarrollan sus apreciaciones
sobre la estructura académica del sistema educativo en las décadas de 1940 y
1950, que como sabemos, fueron marcadas por la aparición de Perón en la vida
política, social y cultural de nuestro país: “…a pesar de enmarcarse en un proyecto antipositivista, nacional y
religioso, con estrecha vinculación entre los ámbitos formativos y el trabajo
(características que se diferenciaban del sistema educativo fundacional),
durante este período se mantuvieron las opciones educativas tradicionales. Más
allá de los cambios curriculares implementados, no se desmantelaron las
modalidades educativas sino que se sumó un circuito de formación en el trabajo
para obreros que se diferenció claramente de las ofertas técnicas
preexistentes.” (pág. 169).
Los autores, en su intención de evidenciar las innovaciones introducidas
en estos períodos, en los planos tanto institucional como académico del sistema
educativo, mencionan como ejes de lectura, las redefiniciones en torno al
derecho a la educación y el rol del Estado en este período (partiendo del Plan
Quinquenal, la Reforma Constitucional de 1949 y la relación dada con la Iglesia,
estudian la expansión de la cobertura del Estado sobre el sistema); también se
dedican al estudio de las políticas curriculares en torno a los niveles
primario y secundario, a través de los cuales se intentaba impulsar la política
nacional. Por último, es necesaria la referencia a aquellas políticas de Estado
que se dedicaron a la oferta y transformaciones en la enseñanza técnica y
orientación profesional para obreros, en niveles superiores.
El cierre de la obra está en manos de los autores, expresando los
“Balances y algunas conclusiones” obtenidos durante las investigaciones de los
aspectos fundamentales e históricos de la organización de la estructura
académica y la articulación de los niveles de enseñanza en los sistemas nacionales de educación.
Conclusión.
Como se ve, durante la cursada de carrera docente, más precisamente en
el módulo sobre Pedagogía Universitaria (Profesor Ricardo Schmidt), para
conocer sobre la educación en nuestro país es necesario estudiar, hacerse el
tiempo de recordar y profundizar la lectura de lo que hace a nuestra historia
de la educación argentina. El libro aproxima al lector a esos conceptos, idas y
vueltas, traspiés de nuestra sociedad en la consecución de una educación cada
vez más abierta y responsable, pero afectada muchas veces por la política, la
represión y la burocratización.
Se indica en la obra que “…problematizar los aspectos vinculados con
la conformación histórica de los sistemas educativos a través del análisis de
la organización de la estructura académica permite vislumbrar los modos en que
fueron definidos los canales de circulación del conocimiento oficial a la vez
que le otorga una perspectiva más compleja al estudio de las reformas
actualmente en curso que transforman sucesiva y conflictivamente dicha
estructura académica”.
Puede notarse en la obra cierta hipótesis, como también necesidad, de un
proceso de internacionalización de ideas y modelos para la efectiva
configuración de los sistemas educativos.
Para concluir, me sirvo en citar una de las conclusiones de Guillermo
Ruiz, quien indica que “…la evolución de
la estructura académica constituye un indicador muy importante de la
canalización de la distribución de saberes socialmente significativos en la
sociedad. Sus cambios estarían indicando la forma en que el Estado ha organizado
y secuenciado la distribución de conocimientos en la población escolar,
principalmente a través de la definición del rango de obligatoriedad y la
conformación de diferentes circuitos educativos, en cada período histórico para
diferentes grupos sociales”.
Como (ex) alumno de la asignatura “Teoría y Política Educacional”,
regular del Profesorado de la Facultad de Derecho (UBA), puedo prestar el
testimonio de haber visto a la obra en acción. No sólo trata todas las
temáticas que el programa de la materia aborda, sino también aproxima al alumno
a cuerpos normativos y a un detalle histórico de importancia y relevancia para
comprender la materia, no como asignatura sino como esencial para la
comprensión de nuestro sistema educativo. Ello en el primer momento: un
desarrollo y detalle soberbio; luego una invitación a avanzar.
En lo personal creo en la obra y lo que cuenta, y por ello respeto su
espíritu e intención de conformar ciertos conceptos y de formar a los lectores
en la necesidad de lograr un sistema educativo argentino más transmisible,
social y efectivo.
Bibliografía.
-Ruíz, Guillermo, “La estructura académica argentina: análisis desde la
perspectiva del derecho a la educación”, EUDEBA, Buenos Aires, 2012.
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Junto a Diego Doldán, María Elizabeth Rocha, Carlos E. Borrero González, y Sergio I. Estrada Vélez. Enero 2013 - Aula 372, Doctorado Intensivo, Facultad de Derecho, UBA |