Buen día, buen sábado, buena vida.
A horas de iniciar este día, no dejo de pensar en eso que vivíamos hace 12 años, no 1000 años, tan sólo unos 4380 días y algo más.
Hace no mucho tiempo estábamos todos, casi todos los argentinos, pegados a la televisión viendo como nuestras ilusiones de cambio, sueños y anhelos de seguridad, dignidad, paz y una economía sustentable, se iban por la borda, o más bien las tiraban. Oficialistas, opositores, funcionarios o candidatos, todos hicieron su aporte a aquello que se formó y nadie esperaba, pero fue el resultado de un Pueblo que dijo: ¡basta!
Y como todo ruptura, es violenta, intempestiva.
En estos días se habla de eso, se habla de saqueos, de cierto retroceso al 2001. ¿Qué? ¿Nada aprendimos? ¿Quién podría querer que algo así vuelva a suceder? Espero, de corazón, la respuesta sea NADIE.
(Para aquellos que no saben que pasó en 2001 en Argentina: desde el "Corralito, la declaración de Estado de Sitio, el "Cacerolazo", Presidentes de una noche, saqueos, desmanes, atrincheramiento y un pueblo desbastado... http://www.youtube.com/watch?v=oso8Qcr_NU4; http://www.youtube.com/watch?v=Bp1HrIStbVY; http://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_de_diciembre_de_2001_en_Argentina; http://www.clarin.com/mundo/crisis-Argentina_0_884311669.html).
La confianza, no sólo económica, de la gente se vio azotada por políticas represivas, por aplicación de presión sobre la cabeza de todos aquellos que día a día peleaban por el sustento, demostrando así el gran problema de legitimidad del gobierno y la falta de representatividad y, hasta daba a sentir, una sensación de odio hacia la clase media. Esa clase que casi desaparece. Si fuera marxista diría que ese día nuestro país acabó, dejó de ser lo que era, que algo murió, pereció, y uno nuevo nació. Si fuera.
Y hablando de clases, ello me lleva a recordar las leyes de la dialéctica y unas observaciones que denotaba Georges Politzer, para aportar cierto historicismo que puede hacerse del tema.
La primera ley de la dialéctica comienza por constatar que "nada permanece donde está, nada sigue siendo lo que es". Nada es definitivo, nada absoluto, nada sagrado. Todo forma parte de un proceso, tiene principio, tiene fin.
El encadenamiento de los procesos mencionados antes, la necesidad de dejar asentado que la sociedad capitalista no debe ser considerada como un conjunto de cosas acabadas, nos llevan a la segunda ley que se menciona como "de acción recíproca", de volver siempre al punto inicial pero en otro plano, no un círculo sino un espiral. La manzana que se hace árbol, y el árbol que da manzanas, ello no vuelve a empezar sino que es otro inicio.
Por ultimo, la tercera, "la contradicción". Partimos del cambio perpetuo y evolución continua, y nos encontramos con la necesidad de afirmar que todas las cosas se transforman en su contrario, pero la realidad nos demuestra que los contrarios se transforman unos en los otros. Como vemos, las cosas no sólo se transforman unas en otras, sino que una cosa no sólo es ella misma, sino también su contrario. Cada cosa contiene a la vez la cosa misma y su opuesto. Por ello el feudalismo ha sido la negación de la sociedad esclavista, el capitalismo la negación del feudalismo, y el socialismo se planteó como la negación del capitalismo. Como se dijo "el capitalismo, como todo, lleva consigo la semilla de su propia destrucción".
Espero haber sembrado alguna semilla de conflicto interno, como en mí el autor lo logró, gracias a algunas conclusiones, como ser:
"El papel de cada militante debe consistir en consolidar dicha tendencia (del estudio del materialismo-marxista-leninista) en sí mismo y dotarle de un contenido y dirección adecuados... El militante sólo será verdaderamente militante gracias al conocimiento del materialismo dialéctico. Y es nuestro haber contribuido al advenimiento de la sociedad sin clases, donde nada trabará el desarrollo de las ciencias, ya que es una parte esencial de nuestro deber." (el resaltado me pertenece).
"Contrariadamente", los saludo.
Damián R. Pizarro
Cierre del CONIDIR en el Centro Universitario de Barra Mansa, Río de Janeiro, Brasil. Sábado 23 de Noviembre de 2013. |