Estimados colegas, lectores y amigos,
Buen día.
Como adelanto con el título, habiendo transcurrido algunos días de aquellos festejos y muchos "Feliz día colega...".(*)
Hoy destino estas líneas para los "bogas"... esa raza única, y por suerte irrepetible.
A los fines de eliminar la discusión sobre la grandeza e importancia de autores contemporáneos y otros no tanto... voy a romper con ello hablando de quien, a mi entender, representa la función del abogado, es sinónimo del derecho político argentino, y principal formador de nuestro derecho constitucional.
Juan Bautista Alberdi, diplomático, escritor, jurista, músico, periodista, y político, oriundo de la Provincia de Tucumán, nacido en 1810 y fallecido en 1884, con un legado académico e intelectual inconmensurable.
Entre los años 1831 y 1840, cursó en Buenos Aires y Córdoba sus estudios de Derecho y se graduó con el título de Bachiller en Leyes. Desde ahí, el futuro de Alberdi y el de nuestro país y sus instituciones públicas continuarían íntimamente ligados hasta nuestros días.
Alberdi, importante pensador argentino del Siglo XIX, y recordado por ser el autor de obras como "el crimen de la guerra", "Grandes y pequeños hombres Del Plata", "Bases y puntos...", entre otros.
Cabe hacer el siguiente apartado, "Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina", representa para mí una gran obra de investigación, recopilación, compilación, e integración de conceptos e institutos de suma innovación para su tiempo. Lo que le suma mi condecoración de gran constitucionalista.
En cambio, no fue un hombre a quien pudiere llamársele "presente" o "del pueblo", ya que por sus viajes, investigaciones y largas estadías en Estados Unidos, se ganó el mote de "el gran ausente" (dio sus explicaciones al caso:
"Palabras de un ausente",
Click aquí para acceder al texto), o "Desertor de batallas" y mero "Escritor de episodios bélicos que nunca presenció" (De Sarmiento a Alberdi, en
"Campaña en el Ejército Grande", y en las cartas quillotanas, en
"Las Ciento y Una").
Juan Bautista Alberdi, al tratamiento de su ausencia, decía:
"... los motivos de mi ausencia no me hacen valer más que otro argentino, tampoco son de naturaleza que me hagan valer menos (...) Yo deje mi país en busca de la libertad de atacar la política de su gobierno, cuando ese gobierno castigaba el ejercicio de toda libertad necesaria, como crimen de traición a la patria (...) Yo salí de Buenos Aires por odio a su gobierno, cuando su gobierno era el de Rosas. Odiar ese gobierno significaba entonces amar a Buenos Aires. "
Y a su enemigo Sarmiento, respondía con fuerza :
"Sarmiento mismo ha dicho que yo no hubiese escrito las Bases de organización americana en mi propio país. Y si un día ven la luz otros volúmenes inéditos escritos en la ausencia, tal vez la nuestra pueda contribuir a confirmar la observación. Lo cierto es que Sarmiento escribió su Facundo en Chile, y que lo retocó apenas puso el pie en su país. Pero el ausente por mas que viva absorbido en su país desde la distancia, acaba por hacerse extranjero y desconocido para sus mismos compatriotas (...) Chile ocupó el territorio del estrecho de Magallanes, que los argentinos tenían por suyo, sin que ese paso hubiese sido causa de una guerra de honor para ningún gobierno argentino. No creo, que en lugar de Rosas, hubiese procedido menos pacíficamente el señor Sarmiento, considerando que el mismo aconsejó esa ocupación a Chile, y la sostuvo por vía de oposición al gobierno tiránico argentino de entonces (...) El que me ha amenazado con un proceso de traición prevalido de su posición oficial, amenazó mi vida con la punta de su pluma, ahora 15 años en Chile, cuando escribió lo que llamó sus ciento y una cartas, en que violó 101 veces las leyes de la libertad de escribir y las leyes de la decencia publica. Él confesó a los suyos su intención homicida, y su estilo habló mas que su confesión. Olvidó solamente que mi oficio de abogado me había inveterado en el debate, y que si es mortal para mí el tiro procedente de una mano amiga, ninguna emoción podía causarme la bala que venia del adversario. Le arroje por única respuesta sus 101 flores secas, es decir sus ciento y un elogios que me había prodigado poco antes de cubrirme de barro." (el resaltado me pertenece).
Además, cumplo en sumar algunos datos más que pudieren adentrarlos en este tema, ganarme su interés, y permita también acercarlos a la grandeza de éste prócer ausente de reconocimiento y mención.
Alberdi puede llevar a amores y odios, pero no podrá nunca pasar desapercibido o escondido, como creo que está en nuestra historia.
Para alimentar el debate y mantener vivo el espíritu de sus escritos, les acompaño algunas frases que se le atribuyen:
"La democracia es la libertad constituida en gobierno, pues el verdadero gobierno no es más ni menos que la libertad organizada."
"El Gobierno es una necesidad de civilización, porque es instituido para dar a cada gobernado la seguridad de su vida y de su propiedad. Esta seguridad se llama y es la libertad."
"En efecto, ¿quién hace la riqueza? ¿Es la riqueza obra del gobierno? ¿Se decreta la riqueza? El gobierno tiene el poder de estorbar o ayudar a su producción, pero no es obra suya la creación de la riqueza."
"El gobierno no ha sido creado para hacer ganancias, sino para hacer justicia; no ha sido creado para hacerse rico, sino para ser el guardián y centinela de los derechos del hombre, el primero de los cuales es el derecho al trabajo, o bien sea la libertad de industria."
"El Estado es libre en cuanto absorbe y monopoliza las libertades de todos sus individuos, pero sus individuos no lo son, porque el gobierno les tiene todas sus libertades."
"La libertad no es una mera idea, una linda abstracción, más o menos adorable. Es el hecho más práctico y elemental de la vida humana. Es tan prosaico y necesario como el pan. La libertad es la primera necesidad del hombre, porque consiste en el uso y gobierno de las facultades físicas y morales que ha recibido de la naturaleza para satisfacer las necesidades de su vida civilizada, que es la vida natural del hombre, por excelencia."
"... la libertad no es ni más ni menos que el gobierno expedito de sí mismo. Ser libre, es gobernarse a sí propio. La libertad es el mejor de los gobiernos, por esta razón palpable y natural: que como nadie es más amigo de sí mismo que uno mismo, nadie es mejor juez ni más fiel administrador de lo que interesa a su propia existencia que uno mismo."
"La riqueza, como la libertad, vive en el hombre, y tiene por causa al hombre. En el hombre está la mina, no en el suelo. El suelo puede estar lleno de oro: allí se quedará si falta el hombre capaz de explotarlo."
Por todo ésto y más, entiendo que en 1958 se cometió un acto de justicia, ya que a partir de ese año, en homenaje al nacimiento de Alberdi, el 29 de agosto se celebra el día del abogado.
¡FELÍZ DÍA, ABOGADAS Y ABOGADAS!
Un saludo cordial,
Damián R. Pizarro
(*) Motivado por el trabajo diario, las lecturas, un íntimo agradecimiento a la creación de Nuestra Constitución, un recordatorio constante en el dictado de clases, y por último pero no menos importante, por la recomendación de un colega abogado y editor, quien con su afecto, compañía y colaboración, justifica la categoría de "abogado tucumano" a la perfección.
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En las escaleras de la Facultad de Derecho (UBA) - Junio 2013 - |